Visita de reclusos de la prisión de Ocaña I a las lagunas 19-5-2024

Ayer tuvimos el placer de recibir una visita muy especial, 15 reclusos de la prisión de Ocaña I en una experiencia piloto de reinserción que se inició con éxito el año pasado en las lagunas de Villafranca. Esta visita estaba enmarcada en el programa de Divulgación de Ciencia en Prisión de la UCLM.

Estuvimos visitando primero las lagunas haciéndoles yo de guía y luego el historiador local Fernando Guzmán Nuño les enseñó magistralmente la Ermita del Santo Niño, la Iglesia y su joya de la corona, la capilla de los Capellanes (el párroco Don Juan Luis les dió en la Iglesia una recibida muy emotiva), la Casa de los Jaenes y finalmente pudieron disfrutar de las Cuevas de Palacio (les comenté en la visita a las lagunas que lamentablemente en los años 80 se taparon el resto con tierra que sirvió para generar la primera laguna frente al cerro de las Maricas, con lo que ganamos una laguna pero perdimos una joya de nuestro patrimonio como eran las Cuevas que ahora tendrían un atractivo turístico incalculable). También disfrutaron de las extraordinarias vistas del Paseo del Norte.

En la primera foto, de izquierda a derecha: Cristina Rodríguez Yagüe, profesora de Derecho Penal y Penitenciario de la Universidad de Castilla la Mancha, Ángel Velasco, de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla la Mancha, que fue fue quien se puso en contacto con la Asociación de las Lagunas para organizar la visita, Juan Luis Redajo, presidente de la Asociación de las Lagunas, Fernando Guzmán Nuño, historiador local, y Zoraida Estepa Carmona y Rocío, directora y educadora respectivamente del Centro Penitenciario Ocaña I. Quien hizo la foto inicial es un profesor de música también de la Universidad de Castilla la Mancha, Juan José Pastor y que por cierto era un gran admirador de nuestro paisano José Vicente González Valle, al que recientemente se le ha hecho un homenaje poniendo su nombre a la biblioteca municipal. El resto, fotos de Juan Luis y Cristina.

Por cierto, los reclusos me hablaron todos muy bien del Pater como le llaman Jesús Guzman Pedraza, párroco guardiolo, que es su guía espiritual en la prisión.

Lo mejor de la visita, el valor humano de los reclusos, que agradecieron muchísimo esta visita que les sirve para acercarse de nuevo a la Sociedad de la que apartaron un día. Así de primeras, solemos tener reticencias los que estamos fuera de prisión con el tema de los presos, pero una vez que hablas con ellos, te das cuenta de sus valores humanos más allá de los errores que hayan podido cometer en la vida. Curiosamente no vino ningún personal de seguridad de la prisión, ya que son presos elegidos concienzudamente que están ya teniendo permisos y están cerca de su salida de la cárcel. Una visita que no olvidaré nunca

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